Si necesitamos protegernos de los enemigos, podemos recitar la oración la Santa Camisa, que es una oración de protección contra los enemigos materiales y espirituales muy efectiva.
Esta oración se recita cuando necesitamos justicia divina y para alejar a todas aquellas personas que quieran hacernos daño.
👌 Cuál es el origen de la Santa Camisa?
Según la tradición católica, la Santa Camisa o Túnica del Señor fue conseguida por Santa Elena en Tierra Santa en el año 328 DC, junto con la Cruz donde fue crucificado nuestro Señor Jesús.
Esta túnica sagrada fue la que usó Jesús antes de su crucifixión y la que los soldados romanos trataron de dividir cuando Jesús estaba en la Cruz, y como no pudieron romperla, al final, ellos se la echaron a la suerte en un juego de dados.
🙏 Oración Poderosa a la Santa Camisa
Que la santa compañía de Dios me acompañe,
y que el manto de Santa María, su madre,
me cobije y me defienda de todo peligro.
Ave maría gratia plena dominus te cumpla,
me libre de todos los espíritus malignos,
bautizado y sin bautizar.
Cristo vence, Cristo reina,
el Señor y justo Hijo de María Virgen,
aquél que nació el solemne día,
que yo no pueda ser muerto,
ni me quieran mal,
que los que tengan ojos no me vean,
los que tengan manos no me toquen,
que el hierro no me hiera y los nudos no me aten.
Dios le dijo a libón:
con tres nueces no podrán hacerme daño,
ni a ti, ni a ninguna otra persona que las portara.
Amén, Jesús, María y José.
dominus tecum berrum carrum.
Santa María piadosa,
madre de nuestro Señor Jesucristo,
al monte Tartario entraste
y la gran serpiente encontraste;
con hisopo de agua bendita la rociaste
y ablandándole el corazón a mis enemigos
al mundo la sacaste.
Que los que tengan ojos no me vean,
los que tengan pies no me alcancen,
los que tengan manos no me toquen,
que el hierro no me hiera,
los nudos no me aten
y por las tres espadas de San Julián sean vencidas,
con la leche de la virgen sean rociados
y en el Santo Sepulcro sean sepultados.
Amén, Jesús, María y José.
Tres padres nuestros a la muerte y pasión
de nuestro Señor Jesucristo,
está en la oración de la Santa Camisa,
la del Hijo de Dios vivo,
la que me pongo en contra de mis enemigos
para que aunque tengan ojos, no me vean,
aunque tengan pies, no me alcancen,
aunque tengan manos, no me toquen,
el hierro no me hiera y los nudos no me aten,
y por las tres coronas del patriarca San Abraham,
aquí ofrezco una oración
en unión de mi persona
para que vengan mis enemigos
tan mansos a mí,
como fue nuestro señor Jesucristo
con el madero a la cruz.
San ldefonso,
bendito confesor de nuestro señor Jesucristo
que bendijiste la hostia y el cáliz,
en el altar mayor,
bendice mi cama, mi cuerpo,
mi casa y todo mi alrededor,
líbrame de brujos, hechiceros
y personas de malignas intenciones.
Con tres te mido, con tres te parto,
con la gracia de Dios y el Espíritu Santo.
Amén, Jesús, María y José.
Para conseguir una efectiva protección contra nuestros enemigos, es recomendable, encender una vela blanca antes de invocar la oración a la Santa Camisa y realizar una evaporación de aceite esencial de rosa o ámbar.
Al terminar la oración puedes rezar un Credo, un Padrenuestro y un Avemaría.
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