La oración la Divina Misericordia, es una composición de hermosos rezos parecido al Santo Rosario. Fue compuesto por Santa Faustina, como una respuesta a todas las visiones que tuvo de Nuestro Señor Jesucristo representado con este nombre. Se utiliza especialmente para aquellos que necesitan consuelo y confianza del amor de Dios.
Esta coronilla es un ritual que se practica en la Iglesia Católica para invocar la clemencia y la protección del Todopoderoso, para que interceda por todos los pecadores del mundo entero. Jesús le enseñó a esta Santa tres elementos esenciales para poder tener la compasión de las alturas.
Entre esos elementos se encuentran: la imagen de Jesús de la Divina Misericordia, la celebración de la fiesta de la Misericordia que se celebra cada segundo domingo de pascua y la práctica de la Coronilla de la Misericordia que es el rito dictado por el mismo Jesucristo a Santa Faustina.
🙏 Oración poderosa a la Divina Misericordia
Tabla de Contenido
La intención que tiene Nuestro Padre Dios con esta oración, es que recibamos su divinidad y su infinita misericordia, para que la dejemos fluir y la transmitamos de nosotros hacia las demás personas. Con ella él nos pide que manifestemos más amor y perdón a nuestros prójimos, así como él nos los da a todos nosotros.
Santa Faustina tuvo la misión de comenzar a difundir esta oración enseñada por el mismo Jesucristo, donde dijo que este rezo al realizarse junto a los agonizantes, él se colocaría entre el Padre y el alma del moribundo, no como un justo juez, sino como el salvador misericordioso.
Oración de la coronilla a la Divina Misericordia
Para rezar esta coronilla, se debe utilizar el rosario común. En ella se realizan dos oraciones de apertura y seguidamente una oración final.
Se comienza con la Señal de la Cruz:
Por la señal de la santa cruz, líbranos Señor Dios de todos nuestros enemigos. Amén.
Seguidamente se realizan dos oraciones opcionales:
Expiraste Jesús, pero la fuente de la vida brotó para las almas y un océano de misericordia se abrió para el mundo entero. Oh fuente de vida, Misericordia Divina inagotable, envuelve a todo el mundo y vacíate sobre nosotros.
Oh! Sangre y agua que brotaron del corazón de Jesús como una fuente de Misericordia para nosotros, Jesús en ti confío.
Se reza el Padrenuestros:
Padrenuestros que estas en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tú voluntad así en la tierra como en el cielo. Danos hoy el pan de cada día, perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en tentación y líbranos del mal. Amén.
Se reza el Ave María:
Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Se reza el Credo:
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo su único hijo Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo.
Nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha del Padre Todopoderoso.
Desde allí va a venir a juzgar a vivos y a muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica la comunión de los Santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.
Se rezará la siguiente oración antes de cada misterio:
Padre Eterno, yo te ofrezco el cuerpo, la sangre, el alma y la divinidad de tu amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, como expiación de nuestros pecados y los del mundo entero.
En cada misterio se rezará una decena de esta plegaria:
Por su dolorosa pasión, ten Misericordia de nosotros y del mundo entero.
Al terminar todos los misterios se repite tres veces:
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero.
Y de nuevo se repite tres veces:
Jesús en ti confío.
Oración final:
Eterno Dios, en quien la Misericordia es infinita y el tesoro de compasión inagotable, míranos compasivamente y aumenta tu Misericordia en nosotros.
Que en los momentos difíciles, no nos desesperemos, ni nos desalentemos, pero con gran confianza, nos sometamos a tu Santa voluntad, que es amor y la Misericordia en sí misma. Amen.
El mensaje que transmite esta poderosa y hermosa oración, es el amor infinito e inmenso que siente Nuestro amadísimo Padre por todos nosotros, sin importarle cuanto hemos pecado, ya que es un Dios indulgente y no es capaz de rechazar a los desterrados. Con este rezo puedes conseguir una profunda paz en tu corazón y una conexión directa con el Padre Celestial.
Esperamos que este rezo de reflexión y conversión, te llene espiritualmente y te inspire para tener una maravillosa conexión con el Altísimo. También te invitamos a que visites nuestra página, allí encontrarás una gran variedad de oraciones interesante. ¡Bendiciones!
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